Las actuaciones de los alumnos fueron el corazón del evento. Desde bailes tradicionales hasta interpretaciones musicales y pequeñas obras de teatro, cada número fue una muestra del talento y dedicación de nuestros estudiantes. Los más pequeños arrancaron sonrisas y aplausos con sus simpáticas coreografías, mientras los mayores impresionaron con presentaciones más elaboradas, reflejando el esfuerzo y la pasión con la que prepararon cada actuación.

 

Uno de los momentos más destacados fue la interpretación de una obra de teatro basada en la vida y obra de María Rosa Molas. Los alumnos, con gran sensibilidad y talento, narraron episodios clave de su vida, resaltando su dedicación a los necesitados y su inquebrantable fe. Esta representación no solo emocionó al público, sino que también sirvió como un recordatorio inspirador de los valores que nos guían.

 

Además de las actuaciones, el festival contó con diversos puestos de venta de alimentos, artesanías y productos elaborados por los propios alumnos y sus familias. Los fondos recaudados durante el evento se destinaron a proyectos misioneros, demostrando el compromiso de nuestra comunidad con la ayuda a los más necesitados. La generosidad de las familias y el entusiasmo de los voluntarios hicieron posible que esta iniciativa fuera un éxito rotundo.

 

La jornada concluyó con una gran ovación y un ambiente de satisfacción y alegría compartida. Los niños, felices por haber mostrado sus talentos y contribuido a una causa noble, recibieron felicitaciones y abrazos de sus seres queridos. Las familias, orgullosas y conmovidas, destacaron la importancia de inculcar valores de solidaridad y servicio desde temprana edad.

El Festival Misionero del 31 de mayo no solo fue una celebración de talento y creatividad, sino también un reflejo del carisma que nos caracteriza como Centro. Siguiendo el ejemplo de María Rosa Molas, continuamos trabajando para formar individuos comprometidos con la justicia, la paz y la solidaridad. Este evento nos recordó la fuerza de la comunidad cuando se une por una causa común, y nos inspiró a seguir adelante con nuestra misión educativa y social.

 

En definitiva, el festival fue un día de unión, alegría y compromiso, que dejó una huella profunda en todos los participantes. La ilusión de los niños, el apoyo de las familias y la finalidad de ayuda reforzaron una vez más nuestro compromiso con los valores que nos legó nuestra madre fundadora, haciendo de este evento una experiencia inolvidable y enriquecedora para toda la comunidad.